viernes, 13 de febrero de 2009

Diferenciando colores.

Podemos diferenciar varios modos de color pero nos centraremos en los dos más básicos, RGB y CMYK.

Cuando hablamos de color RGB nos referimos a colores luz, es decir a los colores que aparecen en pantalla (monitores de ordenador, televisores, etc) y que son elaborados mediante rayos luminosos. El mejor ejemplo para entenderlos es un televisor de los de toda la vida, el tubo de imagen, en el que se transforma la señal eléctrica en un haz de electrones dando paso a imágenes. La escala RGB (rojo, verde, azul) posee alrededor de 16 millones de colores (muchos de los cuales no somos capaces de percibir), y una característica de esta escala es que el color negro, como todos sabemos si prestamos atención en primaria, es la ausencia total de luz. Por lo que cuando hablamos de color RGB nos referimos exclusivamente a colores luz.
A la hora de imprimir algunas fotografías mucha gente descubre en el mejor de los casos que hay variaciones en el color y en el peor, que esa estupenda foto que han mandado a la impresora, sale con colores que nada tiene que ver con lo que ellos veían en pantalla, pues bien, vuestra impresora no está estropeada, tranquilos.
Cuando imprimimos, el maravilloso mundo de los colores cambia de dimensión, a este mundo alternativo de colores se le conoce por escala CMYK.
La escala CMYK (cian, magenta, amarillo y negro) consiste en los colores de impresión (color pigmento), los colores que somos capaces de reproducir mediante la mezcla de, en este caso, cuatro tintas. Esta forma de reproducir el color no se basa en la proyección de luz sino en la absorción de ésta. Y cualquier cosa que imprimamos (digital, Offset, etc) se basará en esta escala, por lo que si mandamos imprimir algo que vemos en pantalla (RGB) a nuestra impresora, ésta, que no tiene ojos y que por lo tanto su valoración del color es más pobre o limitada, la imprimirá de la única forma que puede, con un cartucho de tinta negro y otros tres; rojo, amarillo y azul, mezclando la tinta hasta encontrar la aproximación que crea conveniente ( eso se denomina perfiles de color, cada máquina tiene el suyo propio). Como curiosidad, el color negro es en este caso la mezcla de todos los colores, no la ausencia de estos.
Así que si deseamos imprimir alguna de nuestras fotografías en casa lo mejor sería pasarlas a la escala CMYK e intentar buscar el resultado que queremos ver impreso jugando con los valores (podemos hacerlo con photoshop, con paint shop pro también aunque os resultará mucho más sencillo trabajar con el primero que dispone de herramientas mas sofisticadas enfocadas a la impresión).
Este post es a nivel orientativo, pero podéis conocer mucho más navegando por Internet o con un buen libro de teoría del color, espero os halla servido para conocer un poco más sobre este apasionante mundo de colores;).

2 comentarios:

  1. Claro que ha valido, sólo que ... ya no tengo excusa para que salgan tan raras las fotos :)

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que se nota bastante la diferencia de coloración de una imagen a la otra... es bueno saber estas cosillas para despues no llevarnos sorpresas...

    ResponderEliminar