Santiago es una de esas ciudades mágicas, en las cuales, desde el momento en que nos adentramos en ella parece que retrocedamos en el tiempo, sus piedras respiran historia y sus calles parecen hablarnos desde el silencio, cada paso que damos es como pasar la página de un libro, una ciudad que no deja indiferente a nadie que llega a ella, es como un susurro o un cántico que se apodera de nuestra mente y que incluso cuando nos hemos marchado sigue resonando en nuestros oídos.
Me encantan, las fotos y el comentario. Has descrito la ciudad tal y como yo la senti cuando la vi. Y has capatado un Santiago, silencioso, apasible y misterioso.
ResponderEliminarSaluos Angela.
Gracias Angela, Santiago tiene algo que enamora, como todo el norte en general :), un saludo.
ResponderEliminarjejejeje, sabía yo que ponias la escalera de caracol!!! preciosas fotografías, como siempre ;)
ResponderEliminarVaya fotos caballero... pensé en otra dimensión totalmente diferente cuando me lo comentabas.
ResponderEliminarTe he enlazado en mi web, es un blog que comencé hace unas semanas con diseño propio pero usando un motor wordreference. Espero que te reporte alguna que otra visita.
¿Tienes cuenta flickr?